La sonda inalámbrica también se puede dejar en la carne para controlar la temperatura, pero como no hay cables, los datos se transmiten vía WiFi a una aplicación o concentrador inalámbrico en el teléfono. Estas tienden a ser las opciones más caras, pero son precisas y le brindan la libertad de abandonar su ubicación mientras la mantiene siempre monitoreada.
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